El gigante de las ventas en línea, Amazon, planea abrir una tienda de conveniencia con una particularidad especial: no habrá ni filas, ni cajeros. Hablamos de Amazon Go.
En cambio, la empresa visualiza una tienda en la que los clientes eligen los productos que deseen de los estantes y simplemente se van con ellos. Se trata del proyecto denominado Amazon Go y, por supuesto, el costo de cada artículo se cargará automáticamente a su cuenta en Amazon.
Los detalles de cómo funciona esta tecnología aún son algo vagos. “Utilizamos ópticas virtuales, machine learning y sensores de fusión; algo muy parecido a lo que encontrarías en un coche autónomo”, dice el narrador en el video que presenta la compañía.
La tienda abrirá en Seattle y ofrecerá comida preparada y algunos artículos básicos. De acuerdo al sitio oficial, la compañía está evaluando el funcionamiento de la tienda con sus propios empleados y planea abrir al público en 2017.
Entre las opiniones al respecto que han ido surgiendo, la revista Wired cree posible que Amazon pueda abrir esta tienda, dada la situación actual de la inteligencia artificial y la tecnología de sensores; por otra parte, un editorial en Forbes indica que Amazon suele presentar proyectos especiales en esta época, probablemente a causa del volumen de ventas de la temporada.
El mismo artículo menciona la campaña previa para hacer entregas de productos con la ayuda de drones voladores. El video de la empresa lo hacía ver como algo inminente y, sin embargo, la realidad ha dictado algo diferente.
El escepticismo es natural. En el reciente Black Friday en Estados Unidos, las ventas online vieron un aumento del 22%, acumulando un total de más de 3 mil millones de dólares. El mismo análisis revela que Amazon fue la compañía líder en ventas, rebasando las expectativas e, incluso, venciendo a la veterana tienda Macy`s.
Desde un punto de vista de los negocios, la estrategia para Amazon Go pone a la empresa de Jeff Bezos en control directo del ecosistema completo: la misma empresa decide qué productos tiene en existencia, así que pueden elegir artículos que son fáciles de identificar y evitar los productos “problemáticos” el tiempo necesario.
Sería difícil que las cosas fuesen mal si Amazon tiene el control del espacio, de quiénes ingresan, de la infraestructura y de los productos que se ofrecen. Solo el tiempo dirá si este proyecto puede llegar a la realidad o se quedará en una fase de prototipo.
