¿Has considerado la personalidad de tu marca?

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Tenemos que dejar algo muy claro: los tiempos en los que las marcas eran entes lejanos y etéreos han quedado muy atrás. Hoy es indispensable tener en cuenta la personalidad de tu marca para crear un vínculo con tus clientes.

No importa si tu empresa está dirigida a un público joven o tu campo de trabajo es netamente industrial. Tener una voz que represente la personalidad de tu marca es un asset que no puedes dejar de lado.

Actualmente, las redes sociales nos permiten un acercamiento mayor a nuestros clientes, por lo que crear la personalidad de tu marca es vital si buscas una comunicación más directa. Aquí te compartimos 5 puntos que debes tener en cuenta:

1.     Identifica tus diferenciadores

Debes conocer tu marca al 100%. Desde lo más destacable, hasta esos pequeños detalles que la hacen diferente a tu competencia. Este conocimiento te ayudará a entenderla y a comenzar a esbozar su personalidad.

Ten en cuenta que esto será tan solo la base de su voz pues, así como sucede con las personas, la interacción y las experiencias marcan una diferencia en las personalidades. Encuentra eso que la hace única y destacable.

2.     Piensa en tus valores y en tus clientes

No basta con hacer una introspección como marca y definir qué valores te caracterizan. Sí, tú sabes que quieres hacer más ventas y esto es una herramienta para lograrlo. Pero tus clientes son lo principal: sin ellos, tú no existes.

Por lo tanto, es fundamental que entiendas algunos puntos: quiénes son, qué edades tienen, qué necesidades les ayudas a cubrir con tus bienes o servicios, por qué te prefieren sobre tus competidores y qué significas para ellos.

3.     Considera que estás dándole forma a una representación

Es indispensable que tengas esto en cuenta al momento de crear la personalidad de tu marca, pues esto reflejará lo que representa. Asimismo, esta representación de tu empresa ayudará a que tus clientes no sientan que interactúan con un robot, sino con una persona que se preocupa por ellos y se relaciona con ellos.

Piensa en tu marca como una persona: ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?, ¿por qué preferiría cierta marca de autos sobre otra?, ¿qué música elegiría para realizar cierta actividad?, ¿de qué colores se vestiría y que estilo tendría?, ¿cómo se dirigiría a sus amigos o compañeros de trabajo?

4.     Evita caer en los clichés

Todos buscamos que la marca sea diferente y sin querer (aunque muchas veces es totalmente con intención), caemos en el cliché de darle una voz irreverente y “alternativa” para destacarla respecto a la competencia.

Sin embargo, es importante considerar el dicho “Zapatero a sus zapatos”. Si eres una empresa dedicada al ramo industrial y por querer ser diferente utilizas un lenguaje informal, ¿sería congruente con el ambiente en el que se desenvuelve tu marca?, ¿conservarás tu credibilidad?, o ¿te ayudará a posicionarte como experto en el área?

Recuerda que, aunque las reglas se pueden romper, hay que saber cómo hacerlo y el momento indicado para realizarlo. Así que toma en cuenta si tu marca está preparada para dar el salto o no.

5.     La consistencia y uniformidad son clave

Es importante que tengas en cuenta que la personalidad de tu marca no solo es aplicable en un medio y en cierto periodo. Su voz debe sonar en todos los canales de comunicación, tanto externos (como redes sociales, comunicados de prensa, etc.), como internos (boletines o avisos de la empresa).

 

Teniendo en cuenta todos estos puntos, te será más fácil comenzar a construir una voz para tu marca y crear su personalidad. Recuerda que no se trata de descubrir el hilo negro e innovar con algo superalternativo; toma lo que tienes a tu alcance y comienza a crear vínculos con tus clientes.

 

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