Hoy en día, estamos rodeados de miles de términos que nos llevan a definiciones que fácilmente pueden terminar confundiéndonos, principalmente en el mundo digital. Por lo general, es sencillo perdernos un poco en cuanto a las diferencias entre el marketing de contenido y la publicidad nativa.
Sin embargo, entender qué distingue a la publicidad nativa del marketing de contenido nos ayudará a marcar una línea a seguir y a cómo acoplar nuestras necesidades de comunicación para nuestros clientes.
El marketing de contenido se ha convertido en una técnica utilizada para crear y distribuir contenidos importantes que aporten valor a las personas que lo leen o visualizan. Un blog empresarial o el sitio de una marca que es considerada líder de opinión en su ramo contribuyen a la distribución de información relevante para una audiencia definida.
Por otro lado, la publicidad nativa no busca tanto ofrecer valor y utilidad en el contenido para el consumidor, sino que se centra más en la venta de los bienes o servicios de la marca.
Como explica Stephen Esketzis, “el marketing de contenido se enfoca en brindar información valiosa a los clientes y a la audiencia, a cambio de su tiempo e interés por la marca; mientras que la publicidad nativa se concentra en educar e incrementar el interés en la marca o producto, fuera de la propiedad digital”.
Objetivos
La finalidad del marketing de contenido es modificar los hábitos de consumo de los clientes potenciales sin hacerlo abiertamente publicitario, así como posicionar al sitio web dentro de los primeros resultados en los motores de búsqueda, apoyándose de la optimización de los contenidos.
Esto, a la larga, comienza a crear una imagen para la marca que ayudará en la conversión de clientes potenciales. Como muestra, el sitio Open Forum de American Express, donde han desarrollado entradas sobre temas de importancia para sus clientes ejecutivos.
Por su parte, la publicidad nativa se trata de publicidad intencional que promociona las propiedades de sus productos como la solución a un (real o no) problema. De igual manera, busca hacer que los lectores compartan ese contenido y la viralidad de este aumente su cartera de clientes.
Un ejemplo claro de la publicidad nativa son artículos como Este es el truco para que puedas tener una botella de Coca con tu nombre.
Diferencias y formatos
Regularmente, el marketing de contenido es escrito por un equipo editorial, con un tono auténtico y que no busque presionar al lector a realizar alguna compra dentro del sitio web. En su gran mayoría, los formatos empleados en esta estrategia son, entre otros, libros bancos comerciales, webinars, entradas de blogs, infografías, videos y GIFs, tal como lo hace Pictoline.
En estas publicaciones es totalmente válido publicar información que se relacione de manera secundaria con el tema principal que aborda la marca. Esto no solo ayudará a que los clientes potenciales encuentren a la empresa a través de los resultados relacionados en las búsquedas, sino que el posicionamiento orgánico del sitio pueda seguir un curso natural.
A diferencia de esto, la publicidad nativa es redactada por un equipo de ventas o una agencia de publicidad, para imprimirle un enfoque más comercial que informativo o didáctico. Generalmente se emplea un tono amigable que logre atrapar a los clientes potenciales dentro del discurso y los lleve a realizar una compra.
Los formatos más utilizados en esta estrategia son banners, videos (como los que aparecen antes de cada video que vemos en YouTube) y entradas pagadas, por mencionar algunos. Un ejemplo bien ejecutado de este tipo de publicidad es el post We Tried Sephora’s Newest Products and Here’s What’s Actually Worth It.
Estadísticas
De acuerdo con un estudio conducido por Curata, el 74% de las compañías que emplean content marketing han experimentado un aumento en la calidad y la cantidad de leads gracias a esta estrategia.
Gracias al marketing de contenido, 51% de los compradores B2B confiaron más en el contenido de sus búsquedas y tomaron decisiones de compra con base en esta información. Además, 47% de estos compradores consumen de 3 a 5 piezas de contenido antes de contactar a una persona de ventas, y el 95% están dispuestos a considerar que un vendedor es confiable con base en el contenido que la empresa comparte.
Por otro lado, las campañas de publicidad nativa suelen ser visualmente más atractivas que los banners; un estudio de IPG Media Lab y Sharethrough mostró que los consumidores miraron publicidad nativa 4.1 veces más en comparación con los banners. Igualmente, la publicidad nativa presentada en un sitio registró un alza de 9% en cuanto a afinidad con la marca y un 18% más en las respuestas de intentos de compra, frente a los banners.
En este estudio, 32% de los encuestados aseguraron que compartirían una información en la publicidad nativa con sus familiares y amigos, aun sabiendo que tiene fines comerciales.
¿Cuál me conviene más?
Es inevitable remarcar que ambas estrategias están diseñadas para atraer clientes, aunque sea de diferentes maneras. Los enfoques y las aplicaciones se deben tener en mente antes de implementarlas en la campaña. Tanto la publicidad nativa como el marketing de contenidos tienen la finalidad de entregar contenidos y crear awareness, para así construir una audiencia para los negocios.
El marketing de contenido y la publicidad nativa deben ser utilizadas con base en un contexto específico. Por esto, es fundamental tener en cuenta hacia dónde quieres dirigir tu marca.
Si tu estrategia está enfocada al aumento de ventas, a generar social engagement y a incrementar el tráfico a tu sitio web mediante tus campañas, la publicidad nativa es la herramienta a emplear, pues te permitirá motivar a tus clientes potenciales para consumir los productos de tu marca.
Pero si buscas ser líder de opinión en tu ramo y con esto implementar una estrategia para atraer más clientes, así como posicionar tu sitio o blog con técnicas de SEO y generar conversiones, el marketing de contenido es la mejor opción.
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